miércoles, 23 de noviembre de 2016

Asanas de equilibrio. ¡Uf, pero si yo no tengo de eso!


Las posturas de equilibrios son, a mi parecer, las más exigentes mentalmente. Cuando te adentras a hacer una postura de esta clase te enfrentas a tu ego directamente y puedes ver de manera clara como estás a nivel mental, ya que el equilibro no se encuentra en los pies, sino en la mente y el corazón. Una asana de equilibrio se debe hacer con confianza y plena consciencia.


Después de la intensa entrada "OM es más que un símbolo que decora camisetas" me adentro en algo más práctico, aunque no por ello menos potente, las Asanas de equilibrio.

Antes de nada, especificar que Asana es una postura no habitual del cuerpo. Entonces un asana de equilibrio es una postura no habitual del cuerpo y para acabarlo de rematar en equilibrio. Por eso, a mi parecer son tan exigentes. Aquí no vale la condición física, o la flexibilidad. En una postura de equilibrio lo que cuenta es saber despejar tu mente, centrar el peso en el sitio correcto y controlar perfectamente la respiración. Son posturas muy completas que te ayudan a conseguir estabilidad mental, serenidad en las emociones y fuerza en piernas. La base. 

Mi maestro, Habib Ba, siempre decía que en las posturas de equilibrio se ha de ser como un árbol. Con unas raíces fuertes en la base y unas hojas ligeras en la parte superior. Este consejo me acompaña a menudo y no solo en la sala de práctica. Tener una base fuerte y una mente ligera es primordial para una buena salud y una vida relajada, es como una ley natural. Base fuerte, ligereza superior: Tener unas convicciones fuertes, pero con una mente abierta para poder respetar a las demás. Un físico solido pero a la vez fluido. Incluso en los colores de los chakras vemos esa enraizamiento en la base, colores rojos, naranjas, amarillos, todos mas terrenales. Y cuando vamos subiendo se vuelven azules, morados, blancos. Mas etéreos y ligeros. Esta ley se debe llevar a las posturas de equilibrio multiplicada por diez. 

- ¿Cómo montar un asana de equilibrio?

  •  Lo principal es empezar buscando tu centro y localizando tu peso. ¿Dónde está, en las puntas o en los talones? toma consciencia y muévelo hasta el centro de tus pies.
  • Busca un punto en el suelo, focaliza tu mente y olvídate de todo lo demás, si piensas te caes. 
  • Observa tu respiración y dirígela sutilmente a kanda, un punto justo debajo de tu ombligo. kanda es centro de la respiración, del cuerpo y de la energía vital. Llevando la respiración a ese punto centramos la mente y el cuerpo. 
  • Espira, relaja y al inspirar monta la postura.
Aquí viene cuando te encuentras con tu ego. Si empiezas a moverte o temblar tu ego dirá: "No puedes, te vas a caer" y pam, al suelo. Si te caes no pasa absolutamente nada. Lo menos importante, y el error que muchos cometen, es intentar recuperar ese equilibrio sin empezar de cero. Si nos caemos debemos respirar, volver a centrar el cuerpo y la mente y montarla desde el inicio. Sino lo hacemos así nos vamos a encontrar con un pez que se muerde la cola. Se monta mal, te caes, te caes y tu ego te machaca, tu ego te machaca y te caes, te caes y montas mal y vuelta a empezar. Resumiendo, que sales con un cabreo monumental de la clase de yoga y ni la asana ni la relajación ni el mismísimo OM te han servido de nada. Acepta que te has caído, no pasa nada. Mañana lo harás mejor. 

Muchos de mis alumnos después de meses de practica son capaces de hacer posturas de equilibrio siempre dentro de sus posibilidades y cuerpos, pero pueden aguantarse en un pie sin problemas y eso que al principio parecía misión imposible. 

Os voy a mostrar las posturas en las que suelo trabajar, son bastante cercanas y no por ello menos difíciles.

- Natarajasana. No, no se me ha ido la pinza, este es el nombre de una de estas posturas.

La asana acabada es intensa pues hay una buena extensión de espalda, pero se puede adaptar fácilmente. No tenemos porque coger el pie, simplemente levantar un poco la pierna hacía atrás.
Como todas las de equilibrio refuerza piernas, pies y tobillos. Además abre el pecho, cosa que nos hace falta mucho, según mi parecer. Y da flexibilidad en hombros y codos.
Natarajasana nos da mucha confianza en nosotros mismos y equilibra el sistema nervioso.


* Imagen extraída de Anatomía del Yoga de Leslie Kaminoff









- Vrksasana, postura del árbol. En la imagen siempre se muestra la postura acabada, pero se puedes amoldar sin problemas. No hace falta subir tanto la pierna, mientras no apoyemos el pie en la rodilla todo irá bien. Así como los brazos, en la imagen están en námste pero podemos hacerla con los brazos hacía arriba juntando las palmas. Esta asana es un claro ejemplo de lo que comentaba antes. Como su nombre indica es la postura del árbol. Pie bien enraizado y parte de arriba ligera. 
A parte de reforzar piernas y pies, alivia molestias en el nervio ciático y facilita la toma de conciencia del esquema corporal.

  
* Imagen extraída de Anatomía del Yoga de Leslie Kaminoff
- Garudasana: la postura del águila. Garuda era el vehículo del Dios hindú Vishnu, también se relaciona con el fuego de los rayos del sol que todo lo consume. 
Está es la asana mas compacta en equilibro, por eso nos encontraremos con bastantes diferencias en comparación a las anteriores. La respiración debe ser más sutil e interiorizada. 
Es una postura avanzada e intensa, pero como todas podemos amoldarla. No hace falta poner el empeine detrás, ni tocar palma con palma. Podemos dejar las manos dorso contra dorso.
Esta asana estira muy bien brazos, espalda, muslos y tobillos. Además ayuda a la concentración, la interiorización y la destrucción. Una destrucción sana y productiva, exterminar lo negativo para cultivar luz allí donde antes había sombra. 


* Imagen extraída de Anatomía del Yoga de Leslie Kaminoff
A parte de estas tres asanas hay infinidad de posturas y adaptaciones que nos ayudan a centrar la mente y despejarla para ver las cosas con las gafas limpias. Ya que no todo es negro, simplemente tienes los ojos cerrados. Despertar es lento y a veces doloroso, pero una vez estimulas tus sentidos la luz lo inunda todo. El yoga nos ayuda en éste despertar y nos prepara para la luz amorosa y cálida que encontraremos dentro de nuestro pecho y así acogerla sin miedos, ni juicios. 

Buena práctica ;-)

Si quieres saber más o estás interesado en empezar a practicar puedes contactar conmigo en iogapaubcn@gmail.com o en el 615 17 82 02




martes, 15 de noviembre de 2016

OM es más que un símbolo que decora camisetas.

Mirando atrás me sorprendo a mi misma de lo mucho que aprendo día a día. La ignorancia de ayer, con un poco de suerte y curiosidad, se convierte en el saber de hoy. Esta anécdota es un pequeño y concreto relato de como aprendí que era OM.


A finales de los 90 yo estaba entrando en la edad del pavo y como todas las pavas fui directa a cambiar mi vestuario. Ya no era una niña y quería destacar. Siempre me había llamado el rollo mas hippy, así que me adentre por las callejuelas del centro de Barcelona en busca de la tienda perfecta. En una de ellas encontré una camiseta muy chula, desteñida y con un montón de colores. En el centro había un símbolo que no había visto nunca. Curiosa de mí fui a preguntar al dependiente. Éste me contesto con superioridad y me dijo que era el símbolo del tripi. Si, del tripi. Esa droga que te hace verlo todo de colorines. Así que como no me van esas cosas deje la camiseta en su sitio y fui en búsqueda de otra tienda.

Pasaron los años. Unos años maravillosos es los que seguí creyendo que el OM era el símbolo del tripi. Y con esa alterada verdad en mi mente me planté en un clase de yoga. Llevaba años sin practicar y sentía la necesidad de volver a ello. Así que busque una escuela que se adecuo a mis necesidades y allí fui. La sorpresa fue al ver, colgado en la pared de la sala, un cuadro con el símbolo del tripi. Era enorme, en colores cálidos y pensé: "Dónde te has metido". Mi mente, con esa verdad alterada, empezó a cavilar, juzgar y pensar mal. Todo y eso me quedé, expectante de lo que pasaba en mi exterior. El maestro subió a la tarima e hizo la habitual conexión, hasta aquí todo bien. En un momento dado nos indico que debíamos cantar el mantra OM tres veces. Justo cuando sus palabras salieron de sus labios su mano señaló el cuadro. Entonces... ¿El símbolo del tripi era el sagrado OM? Me quedé con la mosca detrás de la oreja. Pero lo canté. Analicé a mis compañeros, al maestro. Me sentía fuera de lugar, ridícula e incluso con ganas de reírme a carajadas gracias a esa panda de locos.

Por suerte soy curiosa de naturaleza, así que busqué y encontré. Halle todo un mundo, extraordinario y mucho mas brillante que los colores que ves al probar un tripi
OM es mas que un símbolo que decora camisetas y paredes. OM es la sílaba primigenia. La vibración donde todo nace y a la que todo vuelve.

Os explico mejor:

El Yoga no es una religión. No tiene leyes sino recomendaciones. No discrimina sino que acoge. Es una camino hacía la dicha suprema y como en todo camino serio aparece en algún momento la devoción. Un Dios en un sentido muy diferente a lo que nuestra mente etiquetadora suele pensar. El Dios en yoga es un Dios personal, un estado de conciencia supremo. A este Dios yoguico se le conoce como el sonido, la vibración OM. El mantra mas poderos. OM es el puente entre el alma individual y el alma universal.

OM es el símbolo y AUM su representación escrita. Las tres letras de AUM representan las tres manifestaciones de la consciencia:

- Mundo consciente: Todo aquello que hacemos con pleno conocimiento. El consciente ilumina nuestras sombras y nos une al alma universal.

Subconsciente: el carácter que hemos adquirido, podría decirse el Karma. El subconsciente separa el yo individual del universal. Haciéndonos mirar el mundo de una manera o de otra.

- Inconsciente colectivo: Es el mundo arquetípico de lo universal: Belleza, amor, bondad... Aquello que todos nosotros llevamos de la manera más pura, sin alteraciones.

En el símbolo hay un elemento más. El punto superior. Éste representa el silencio, la reflexión. El vacío donde mora la realidad absoluta, la consciencia pura. 



Al meditar sobre OM los tres mundos se unifican y las modificaciones de la mente derivadas de nuestro Karma personal o familiar, de nuestras experiencias, de nuestra sociedad...etc. desaparecen.

En la Mundaka-Upanishad (S III a.C) define el OM como la flecha que lanza al alma individual hasta Brahman, el ser supremo. “... la diana es Brahman, el arco es OM, y la flecha el alma individual"

Cantar el OM al inicio de una práctica de yoga nos acerca a nuestra espiritualidad. Nos lanza hasta el alma universal para afrontar la práctica desde una mirada limpia, sin condicionantes. Los prejuicios formados por unas gafas sucias deben dejarse fuera de la sala de yoga. Si practicamos con una visión distorsionada no somos capaces de focalizar nuestra mente ni en el cuerpo, ni en la respiración y la espiritualidad se queda en simple gimnasia, que no esta mal, pero no es Yoga.  



Después de este paréntesis, y una vez insertados en el mundo OM, os sigo contando...

Volví a clase de yoga con la teoría bien sabida. Ese precioso símbolo ya no era para mí el Tripi que había imaginado. Ahora era algo limpio, sereno. Todo y así al cantarlo no me sentí cómoda. Los malos pensamientos se agarran a la mente como petróleo. 
Después de mucha práctica y consciencia llegó el día en el que dejé de pensar mientras la vibración del OM me recorría. Fue entonces cuando lo sentí. Todo aquello que había leído, la vibración en el séptimo chakra, la desconexión y liberación de la mente subconsciente. El bienestar, la relajación. Soltar la mente de los estereotipos marcados por la sociedad que te rodea, de la familia, de la ideología te hace ser consciente de quien eres. Un todo, sin dualidad, sin materia. Una única vibración. El OM. 

Recuerdo ese día, lo recuerdo porque sonreí desde el corazón al finalizar el mantra.  

Adriana Noguera



Si quieres mas información o te apetece que hable de algun tema en concreto puedes contactar conmigo en iogapaubcn@gmail.com

viernes, 11 de noviembre de 2016

Bienvenidos al blog IOGA Pau

Siente tu cuerpo, todo tu cuerpo desde los pies a la cabeza.

Observa tu respiración. No la modifiques, solo 
acéptala tal cual es.

Mira tus pensamientos, como surgen de manera 
espontánea y como los dejas pasar. Siente como se desvaneces como humo en el aire.

Respira, todo viene y todo se va. Ni el pasado ni el futuro existe solo el 
aquí y el ahora.

Centra tu mente en este texto:

Los primeros pasos son 
difíciles, te tambaleas, te caes, pero con constancia y fuerza te vuelves a levantar. Espero no tener que levantarme muchas veces, aunque si es el caso, recordaré que lo bonito de la vida es el camino que tomamos, pues nosotros hemos decidido estar aquí. Nos hemos comprometido a vivir esta experiencia material. Y ya que nos hemos puesto, disfrutemos del paisaje. Siempre sin olvidar quienes somos en realidad. 
En este blog encontraras yoga para reír y para sentir. Yoga en la esterilla y el zafu, yoga en el día a día. 
Todo lo que hago intento hacerlo con amor, así que espero que encontréis lo que buscáis ;-)

Os deseo buena práctica